¿Te suena ese miedo escénico que te entra justo antes de vuestra primera cita? Te asusta decir mil estupideces, comportarte como una idiota, no saber de qué hablar… miles de miedos ante una situación que no manejamos, que son perfectamente normales.
No serás ni la primera ni la última que entra en pánico y su cabeza empieza a pensar millones de excusas rocambolescas para cancelar tu cita… ”No te lo vas a creer! Pero me ha sentado fatal la cena y me acaba de entrar vomitera”, ”ayyy lo siento pero tengo de repente una jaqueca…” Frena esos impulsos de escaquearte, confía en ti, pilla el toro por los cuernos y voy a darte una serie de consejos para conseguir que todo vaya sobre ruedas y quedes como la reina que eres.
Estos consejos no se van a basar en convertirte en una persona que no eres, ni de tratar de engañarle hasta que pique el cebo… simplemente serán herramientas de las que puedes tirar cuando te bloquees, consejos básicos sobre los temas a evitar porque la mayor parte de las veces nos metemos en jardines poco recomendables, temas “blancos” o seguros para la primera cita…. y sobretodo un par de tips sobre lo que odian los hombres (¿aún no sabes qué odiamos las mujeres?) y deberías evitar.
Siempre hablamos de generalidades, al final cada persona es un mundo y no todos los consejos funcionan para todos, pero vamos a hablar de aquello más común o habitual.
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¿Qué deberías evitar?
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Hablar de vuestro ex durante una hora poniéndole a parir o lo que es peor hablando de él con ojitos de cordera degollada destacando sus múltiples virtudes; es normal que en una cita salga la típica pregunta “¿Cómo es posible que sigas soltera?” o “ ¿Desde cuándo estás soltera?" Solo son preguntas de rigor que como tal, deberíamos contestar de manera sincera pero escueta sin centrarnos en nuestras miserias o en lo maravilloso que fue tu relación pasada. Un “hace dos años que estoy soltera, lo intentamos pero simplemente no funcionó y sigo buscando a la persona que me haga feliz” sería una contestación suficiente para una primera cita.
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Interrumpirle cuando está hablando; siempre nos sienta mal cuando nos lo hacen a nosotras con lo que deberíamos aplicarnos el cuento y si el otro hablo yo escucho.
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Criticar despiadadamente a tus amigas, compañeros de trabajo, tu jefe; da muy mala impresión el “poner a parir” al personal cuando no hay confianza. No quiere decir que tengas que fingir que te llevas bien con todo el mundo pero no es muy agradable escuchar el destripe que le hacemos en 2 segundos a una persona a la que ni conoce.
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Contar tus traumas de la infancia, la mala relación que tienes con tus padres, lo que comes a diario, los potingues que usas… con todo detalle; ¡quieta! ¡No saques la artillería pesada tan pronto, chica! Deja algo para el resto de citas y no le agobies con detalles que sobran y que a ti misma no te interesaría que él te contase con tantos pelos y señales.
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Hablar constantemente del trabajo; odiamos que ellos lo hagan, así que si no queremos parecer unas obsesionadas de la vida y además pasarnos horas hablando de algo que a él seguramente ni le interesará ni podrá seguirte si no está en tu mismo sector, mejor solo hablar de ello lo estrictamente necesario de una manera muy esquemática.
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¿Cuál es la mejor estrategia?
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Lo primero y fundamental es que saques tu sonrisa a pasear; no hay gesto más fantástico y él seguro que sabrá apreciarlo.
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Mira directamente a los ojos cuando hablas; da sensación de seguridad y que estás siendo sincera en lo que dices. No hay nada que produzca más desconfianza que una persona no sea capaz de fijar la vista en su interlocutor. Tampoco nos pasemos, mirar a los ojos cuando hablas no es lo mismo que decir que le mires con cara de loca sin pestañear hasta que te lloriqueen los ojos…la moderación se aplica a todo ;P
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Cuida tu lenguaje corporal; el punto anterior tiene mucho que ver con esto. Son señales que emitimos a través de nuestra postura o gestos sin ser consciente de ello. Por ejemplo intenta no cruzar los brazos abrazándote ya que da sensación de que no estás cómoda en la cita o incluso rechazo. No te toques mucho la nariz ya que parecerá que estás mintiendo.
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Da detalles sobre ti con naturalidad pero guárdate algo para ti; el dejarle con ganas de conocer más cosas sobre ti es muy positivo y puede darte un toque misterioso.
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Hazle preguntas y cuando responda comentarios sobre sus respuestas; indica interés por lo que te está contando y es agradable que el otro se muestre empático contigo.
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Cumple a rajatabla el consejo de “no pongas toda la carne en el asador”; no hay nada que más interés suscita que el que te dejen con la miel en los labios. Es decir, si te encanta no se lo digas directamente solo que note que estás a gusto, no te muestres demasiado emocionada o embobada con él para que no piense que tiene la sartén por el mango y nada de pasarte con halagos hacia su persona (les encanta que les admires, pero no pueden saber de buenas a primeras que estás loquita por él o perderás valor ante sus ojos ya que no tendrán que esforzarse).
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No te muestres demasiado disponible; si te dice, oye ¿quedamos mañana?, invéntate un plan si no lo tienes y proponle otro día, no le contestes al momento a los mensajes, deja que pasen una o dos horas aunque te vea conectada (incuso mejor que te vea), o si te aguantas incluso no le contestes hasta el día siguiente, que no piense que chasquea un dedo y ahí estás disponible…de eso nada, si tienes planes NO LOS CAMBIES POR ÉL, haz que se esfuerce un poquito y se adapte él que siempre tendemos a hacerlo nosotras.
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La regla de “la tercera cita”; puede sonar a consejo trasnochado o incluso que puede ser un poco machista pero en la mayor parte de los casos funciona. Es muy sencillo, cuando consigues algo sin esfuerzo, no lo valoras y esto nadie lo discute en el resto de aspectos de la vida (proyectos vitales, trabajo, actividades deportivas…), ¿por qué no va a funcionar con las citas? En la primera cita nada, si puedes despedirte con dos besos mejor (si te intenta dar un beso y te apetece, vaaale, pero nada de animarse), en la segunda cita despídete con un beso un poco más largo y frénale ahí, que se quede con ganas de más…y ya en la tercera, si te apetece, a por él ????
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