Nevera enfría poco

Si tu nevera ha dejado de enfriar como lo hacía antes, no te preocupes, es algo muy común os dejamos una lista de las causas más comunes.

Que nuestra nevera no enfríe lo suficiente es un grave problema, ya que a lo largo de los días la comida se acabará estropeando. Por suerte, que no enfríe no significa que esté rota, suelen ser fallos muy comunes que debemos tener en cuenta antes de llamar a un especialista.

¿Qué debo hacer si la nevera no enfría?

Antes de llamar a un técnico tenemos que asegurarnos que 3 de las piezas de nuestra nevera estén totalmente limpia, la suciedad en ellas puede ser una de las causas, por ello tenemos que fijarnos en:

  1. Si el mecanismo de debajo está limpio. Todo el mecanismo que tiene nuestra nevera en la parte de abajo es muy importante, por ello debemos fijarnos si está limpio. Apague temporalmente y asegúrese de limpiar bien el polvo de todos los componentes de la parte interior. 
  2. Si las rejillas de ventilación del congelador están limpias. Las rejillas de ventilación se suelen utilizar para mejorar la eficiencia, usan el frío del congelador para enfriar parte de la nevera.  Tendremos que ubicar en que zona están esos orificios de ventilación y asegurarnos de que no tienen hielo.
  3. Si las juntas de las puertas están totalmente limpias. La nevera debe estar totalmente sellada para poder enfriarse, de lo contrario todo su esfuerzo de enfriamiento será en vano. Fíjese si la junta de goma que cubre el borde interior de la puerta está bien limpio. Al ensuciarse puede deformarse y no se sellará bien. Puede usar una solución de lejía diluida.

La escarcha de la nevera se debe de quitar 1 vez cada 2 meses, así evitaremos que se estropee.

Problemas comunes

Falta de espacio en el congelador, cómo hemos dicho anteriormente la nevera se beneficia del frío del congelador, si tenemos el congelador lleno de cajas, tupperware o simplemente demasiados alimentos, este no enfriará bien. Tenemos que dejar pequeños espacios para que esté despejado el flujo de aire. 

Girar el termostato, otro error muy común es empujar sin querer el termostato. Al estar revolviendo en la nevera, limpiándola, o simplemente sacando ingredientes podemos haber dado sin querer al termostato. Fíjese que esté todo cómo lo tenía o vuelva a configurarlo. 

Por último inspeccione que el interruptor de la puerta no esté roto, esos interruptores sirven para detener de manera inteligente el enfriamiento cuando la puerta está abierta. Si ese interruptor está roto simplemente habrá dejado de enfriar, tendremos que ver que funcione correctamente o que simplemente no esté atascado. 

Tener el congelador ordenado es algo que nos ayudará.

Si su problema persiste, tendrá que llamar a un técnico, puede ser desde un error interno a una pieza rota. Quizá te interese este artículo sobre problemas comunes en la lavadora.

Si tu nevera no enfría, haz esto