Todos los ordenadores se acaban ensuciando con el tiempo, se llenan de polvo y algún que otro resto. Pero los portátiles son los ordenadores que necesitan una limpieza más frecuente, debido a la forma en la que se suelen utilizar.
En particular si se viaja con frecuencia con el ordenador o si simplemente se utiliza para clases. La acumulación de suciedad y mugre puede afectar al funcionamiento de su portátil. Quizá te interese este artículo sobre cómo hacer jabones caseros.
La pantalla.
Con un trapo de microfibra limpiaremos suavemente el ancho de la pantalla, hacia adelante y hacia atrás. Es recomendable sujetar la pantalla con la otra mano para que no se mueva mientras se está limpiando. Tampoco debemos presionar con fuerza, ni rascar los puntos más difíciles.
Con una esponja húmeda o un trapo prehumedecido, pero sin que gotee, vamos a limpiar la pantalla suavemente, con una presión ligera y sin frotar. Debemos humedecerla con agua destilada, no con agua del grifo. Si su pantalla está muy sucia:
- Compre un kit de limpieza para pantallas si tiene la suciedad incrustada, estos kits generalmente traen hasta su trapo de microfibra.
- No use limpiadores de vidrio regulares.
- Si tiene muchas rayas, debemos limpiar en movimientos circulares.
El teclado.
Para limpiar el teclado tenemos diferentes métodos muy útiles y sencillos, cómo el de sacudir el polvo suelto sujetando bien los laterales y poniéndola al revés mientras agitamos suavemente.
También podemos aspirar el polvo con una pequeña aspiradora, esto recogerá la suciedad suelta que quede por el teclado. Para eliminar la suciedad de las teclas podemos utilizar una goma de borrar y para limpiar entre las teclas podemos usar bastoncillos.
El exterior.
Una mezcla de agua purificada y jabón suave se puede utilizar para limpiar la carcasa del ordenador. Sumergimos una esponja en la solución y la escurrimos hasta que esté completamente seca, que no gotee ni cuando aprietes. Ahora con la esponja frotamos suavemente.
También debemos usar bastoncillos de algodón para limpiar la suciedad de los puertos o en su defecto aire comprimido para que sople los residuos que queden.