Antes de empezar debes saber que el Parvovirus canino es un virus altamente contagioso que puede afectar a todos los perros de su casa, aunque no todos tendrán el mismo riesgo de infección. Los más pequeños, y sobretodo los perros no vacunados que tengan menos de cuatro meses son los más expuestos al virus.
¿A qué afecta este virus?
Este virus en su mayoría afecta al tracto gastrointestinal, y se transmite por contacto directo de perro a perro o por el contacto de heces contaminadas, ambientes contaminados o personas contaminadas por dicho virus.
Este virus también se puede contagiar por los recipientes de comida y agua, collares, correas y las manos y la ropa de personas que entren en contacto con un perro infectado. Además el virus es resistente al calor, al frío, la humendad, el secado y vive durante periodos muy largos de tiempo.
Por ello si alguna de nuestras mascota sufre de ello lo mejor es tirar todo y comprar cosas nuevas, fregar bien la casa con lejía por todos los puntos, cambiar sabanas y cambiarse de ropa.
¿Cuáles son los sintomas?
Los sintomas del parvovirus suelen ser letargo, pérdida de apetito, dolor abdominal e hinchazón, fiebre o hipotermia, vómitos, diarrea severa y a menudo sangrienta. Los vómitos y la diarrea persistentes suelen causar una deshidratación rápida y daño intestinal creando shocks sépticos.
Tratamientos:
Actualmente no hay un medicamento específico que consiga matar al virus en los perros infectados, el tratamiento más bien está destinado a apoyar a los sistemas de nuestro perro, hasta que el sistema inmunológico pueda combatir la infección viral.
Si vemos estos síntomas NO debemos esperar, el tratamiento debe ser inmediato. Este tratamiento consiste básicamente en cuidados intensivos para cuidar la deshidratación mediante la sustitución de las pérdidas de electrolitos, proteínas y líquidos, el control de los vómitos y la diarrea, y la prevención de infecciones secundarias.
Si llevamos a nuestra mascota a tiempo al veterinario y dan el tratamiento agresivo que este virus se merece las tasas de superviviencia de nuestra mascota podrían aumentar hasta un 90%.
¿Cómo prevenir el virus?
Este virus se previene de dos formas muy básicas y sencillas, la vacunación temprana y la buena higiene.
Los cachorros suelen ser los más susceptibles al virus, sobretodo por la inmunidad natural que le da la leche materna y que les suele faltar antes de los 3 meses. Por ello es muy importante que esa inmunidad no se rompa, por ello existen las primeras vacunas para cachorros. Los cachorros deben recibir la vacuna contra el parvovirus entre las 14 semanas de vida. Los perros adultos deben tener otro tipo de cuidados, y sobretodo debemos preguntar al veterinario sobre la vacuna del parvovirus.
En cuanto al cuidado externo y no interno, debemos evitar sobretodo los lugares donde otros cachorros vayan al principio, no debemos permitir que nuestro perro entre en contacto con ningún desecho fecal de otro perro.
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