La nicotina es una de las drogas más accesibles y extendidas del mundo y es altamente adictiva. Está más que probado que el tabaco está directamente relacionado con enfermedades coronarias, diferentes tipos de cáncer y es una de las principales causas de muerte prematura. Aún así, uno de los miedos más comunes que aparece entre la gente que se está planteando dejar de fumar es el miedo a engordar.
¿Porqué dejar de fumar engorda? Aquí te damos unas cuantas razones:
- Hay estudios que confirman que la nicotina del tabaco activa nuestro metabolismo quemando alrededor de 200 calorías por cada 20 cigarrillos. Cuando dejamos de fumar, nuestro metabolismo se ralentiza y no quemamos las grasas tan rápidamente por lo que es fácil ganar peso.
- Una vez hemos abandonado el tabaco, nuestro sentido del olfato y el gusto mejoran por lo que nos volvemos más receptivos a los olores y sabores. Como consecuencia somos más vulnerables a caer en la tentación de incrementar la cantidad de alimentos y bebidas que tomamos. Es decir, comemos más.
- Cuando se deja de fumar, bajan los niveles de serotonina -la hormona del humor- y esto puede provocar irritabilidad, intranquilidad, tristeza y ansiedad. El consumo de alimentos dulces y ricos en almidón aumentan los niveles de serotonina y eso provoca que te sientas más saciado y relajado. Pero estos alimentos engordan. Y mucho.
Es posible dejar de fumar sin engordar. A continuación te damos unos cuantos trucos para minimizar el hambre y el aumento de peso cuando dejes de fumar:
Una alimentación saludable es clave para no engordar
Truco 1: Come de 5 a 6 veces al día
Fija unos intervalos regulares de tiempo entre las comidas, incluyendo uno o dos tentempiés al día. Evita los alimentos ricos en calorías y azúcares, especialmente entre horas. Intenta comer más pescado que carne.
Truco 2: Evita las bebidas alcohólicas
El abuso de bebidas alcohólicas, a parte de engordar, se asocia a un mayor riesgo de recaída en el tabaco. Evita también las bebidas con cafeína, taurina y las bebidas con gas.
Truco 3: Bebe agua y toma infusiones
Beber mucha agua es fundamental tanto para los fumadores como por los no fumadores. Es recomendable beber al menos dos litros de agua al día. Beber "engaña" a nuestro estómago y nos ayuda a depurar. Las infusiones te ayudan a incrementar la sensación de saciedad y a eliminar las toxinas del cuerpo.
Truco 4: Toma infusiones de Kuzu
Algunos nutricionistas recomiendan tomar infusiones de Kuzu, una raíz que ayuda a eliminar sustancias tóxicas del organismo y a controlar la adicción tanto al tabaco como al alcohol.
Truco 5: Toma alimentos antioxidantes
Incluye en tu dieta alimentos ricos en vitaminas antioxidantes como los cítricos (naranja, mandarina, pomelo, limón, lima), el kiwi o las fresas.
Truco 6: Acude a un nutricionista
El asesoramiento de un profesional puede ayudarte a que el miedo a engordar no sea tu principal preocupación y puedas centrarte en lo realmente importante: abandonar de manera definitiva tu adicción al tabaco.
Un cambio de hábitos y de actitud te ayudaran a dejar de fumar y a no ganar peso
Truco 7: Positividad ante todo
No seas pesimista. Piensa que aunque dejes de fumar y engordes seguro que no vas a ganar tanto peso como tu crees. Lo más importante es dejar de fumar. Más adelante ya solucionarás el problema de peso.
Truco 8: Practica ejercicio al menos 30 minutos al día
Ahora es un buen momento para empezar. El ejercicio minimizará el hambre, activará tu metabolismo, te ayudará a quemar calorías y a mejorar tu estado de ánimo
Truco 9: Lucha contra el aburrimiento
Los momentos de aburrimiento o de no saber qué hacer son muy críticos para la gente que está intentando dejar de fumar. A lo mejor es el momento de descubrir una nueva afición sobretodo con actividades que mantengan tus manos ocupadas: coser, tejer, scrapbooking, puzzles…
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