La pérdida normal de cabello está alrededor de los 50 a 100 pelos al día. Estos pelos no se pierden, sino que se reponen por pelo nuevo. Existen, incluso, fases del ciclo piloso ya definidas. Sin embargo, si detectas más pelo de lo que puede considerarse normal en tu cepillo o en la almohada cuando te levantas, ya es un problema de caída de pelo. Pero no te asustes, aquí te damos unos consejos para ayudarte y evitar la caída del cabello. En este artículo nos centraremos en la pérdida de pelo en mujeres.
Según la Mayo Clinic, "una serie de factores pueden aumentar el riesgo de perder el cabello, como los antecedentes familiares de calvicie, la edad, una pérdida de peso significativa, el estrés, el aumento de andrógenos, la diabetes y el lupus". Aunque las posibles causas de la caída de pelo mñas comunes son:
- Caída del pelo en mujeres por un exceso de manipulación capilar
- Caída del cabello en mujeres debido a la carencia de vitaminas
- Caída del pelo en mujeres provocada por una disfunción del sistema inmunitario
En los períodos de cambio de estación (primavera y otoño) es normal que la caída del cabello sea más severa y más frecuente. También suele acentuarse en momentos puntuales de cansancio, estrés, alguna enfermedad… Pero, ¿qué hacer cuando esta pérdida aumenta considerablemente?
Aquí te proponemos algunos consejos y trucos para evitar la caída de tu cabello:
Evitar el agua caliente en las duchas
No se trata de la causa principal de la caída del pelo, pero nuestro cuero cabelludo contiene unos aceites esenciales para protegerlo y las duchas de altas temperaturas pueden arrastrar dichos aceites, eliminándolos y provocando que el cuero cabelludo se irrite e, incluso, se inflame. Esto puede afectar a los folículos capilares y, por tanto, al crecimiento y fuerza del cabello. El agua fría activa la circulación sanguínea, estimulando el crecimiento del pelo.
Evitar frotar con la toalla al secar el pelo
Nuestro cabello es más vulnerable cuando está húmedo. Es importante secarlo presionando la toalla suavemente en vez de frotar y así evitaremos dañar el cabello y, por tanto, su pérdida. Además, recomendamos peinarte con un peine o cepillo de dientes anchos si el cabello está demasiado húmedo.
Evitar secarse el pelo con el secador a alta temperatura
Lo mejor para no dañar el cabello es secarlo al aire libre pero si usamos el secador hay que hacerlo a baja temperatura y lo más alejado posible del cuero cabelludo.
Masajear el cuero cabelludo
Un masaje capilar estimulará los bulbos donde se genera el cabello y, además, nos servirá para disminuir nuestro nivel de estrés (una de las causas de pérdida de cabello acentuada). Lo ideal sería que el masaje durara una hora y si usas aceites, los más comunes son: aceite de oliva, de almendra, de árbol de té y de coco.
Tener una dieta sana y equilibrada
Para mantener la salud capilar el pelo necesita nutrientes para regenerarse, crecer y fortalecerse. Si no nos alimentamos bien, nuestro cabello puede verse afectado por la falta de nutrientes, debilitarse y, por tanto, hacer más propensa su caída. Mucha gente acude a la farmacia para adquirir las proteínas necesarias para ayudar al crecimiento de su pelo, pero siempre será mejor si estos nutrientes los incorporas a tu dieta a través de los alimentos que ingieres.
Algunos alimentos que recomendamos en tu dieta para evitar un cabello débil, quebradizo y con poco volumen y que son importantes para los procesos metabólicos del cabello son:
- Alimentos con vitaminas del Grupo B, que estimulan la circulación sanguínea permitiendo la llegada de los nutrientes a la raíz del pelo, como la biotina. La biotina favorece el crecimiento de los tejidos de rápida reproducción (la piel y las uñas, por ejemplo) e interviene en el metabolismo de las grasas. Esto ayudará a reducir la rotura del cabello, protegiendo contra la caída del mismo. La biotina la podemos encontrar en alimentos como la yema de huevo, frutas (plátano, fresas…), pescado azul (salmón, sardinas, arenques…), levadura de cerveza, frutos secos (almendras, cacahuetes, nueces, pistachos…), acelgas…
- Alimentos con contenido en Zinc, como las ostras, el salvado de trigo, hígado, carne de res y cerdo. Gracias al Zinc, el cabello no sólo crecerá más rápido sino que, además, brillará más y estará más suave.
- Productos ricos en ácidos grasos Omega 3. Es indispensable incorporar esta grasa a nuestra dieta, ya que el cuerpo no la produce de forma natural y previene de enfermedades del corazón, evita la inflamación y aumenta el colesterol bueno. Alimentos con alto contenido en Omega 3 son: el aceite de lino, aceite de oliva, pescado azul (atún o salmón), mariscos (langostinos, centollos, ostras…), el aguacate, la avena, las espinacas… Con respecto al cabello, se ha demostrado que el consumo de estos ácidos reduce el período de telógeno (fase de reposo de los folículos pilosos).
- Alimentos con hierro, como al alfalfa germinada, la avena, las lentejas, higos secos… El hierro es clave para la oxigenación del cuero cabelludo y hará que tu cabello crezca más rápido y sano.
- Productos que contengan proteína animal, como la carne de pollo, por ejemplo. Esta proteína es necesaria para producir queratina, proteína rica en azufre que constituye el componente principal del pelo y de las uñas.
Acude a un experto
Estos son algunos consejos que podemos incluir en nuestro día a día de forma natural para evitar la caída del cabello dentro de su crecimiento cíclico normal. Si observas que la pérdida de tu cabello supera los límites normales, nuestra recomendación es que acudas a un médico especializado. Probablemente, te haga una analítica de sangre y hormonas para poder ayudarte.
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