Este artículo es solo un inciso especial para vosotros chicos si nos estáis leyendo, para daros unas pistas sobre esas cositas que hacéis y decís, seguramente de manera inconsciente, pero que nosotras odiamos profundamente.
Algunas cosas de las que voy a comentar pueden sonar a tópicos, pero ¿sabéis qué? Hay determinadas cosas que por muchas décadas que pasen nosotras detestaremos SIEMPRE que nos las digáis y otras que SIEMPRE agradeceremos escucharlas, así que más vale tarde que nunca y cuanto antes las sepáis, antes conseguiréis que no queramos degollaros lentamente o que empecemos a veros con unos ojos más “amables”.
Os detestamos cuando…
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Habláis de nuestro peso o figura como si estuvieseis hablando con un “colega”; olvidaos, nosotras no somos como vosotros, no nos pondremos nunca delante de un espejo a jugar con nuestros michelines poniendo caras absurdas y haciéndonos fotitos para inmortalizarlo, ni nos sentimos orgullosas cuando nos vemos “grandes” en el espejo… así que diferenciemos temas. No queremos que sepas cuánto pesamos, ni que recalques que nos hemos pasado últimamente un poquito comiendo. No preguntes, no hagas comentarios negativos sobre nuestra figura y no hagas observaciones “cariñosas” sobre nuestras redondeces por muy gracioso o inocente que te parezca. Aunque sea miente por Dios!! Un “para mi estás perfecta tal y como eres” es con diferencia el mejor comentario que puedes hacer al respecto.
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Utilizáis calificativos como “grande” o “bajita” cuando os referís a nuestra estatura; sí, nosotras siempre queremos sentirnos femeninas a vuestro lado y no sabes si nos sentimos especialmente seguras ante la altura que nos ha tocado. Si quieres hacer un comentario al respecto usa “alta” con un “me encanta sentir que llevo a una mujer de bandera al lado” o si ella es pequeñita “me siento protector a tu lado y tienes la estatura perfecta para pasear abrazado a ti”
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Os referís a nuestro look como “floripondio”, “mi madre tiene una chaqueta igual”, “raro”…; pensad que tardamos como mínimo una hora en arreglarnos para vosotros cuando seguramente tú dedicas tan solo 10 min a ponerte lo primero que pillas por el armario. Aunque solo sea por el esfuerzo extra merecemos un poco de reconocimiento o apreciaciones positivas hacia nuestra persona. Opta por un “estás preciosa” o “estás tan guapa que más de uno se va a romper el cuello mirándote” y te dedicaremos nuestra más sincera sonrisa.
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Solo habláis de vosotros y no dejáis un hueco en la conversación para que os contemos nada sobre nosotras; este comportamiento nos indica que tenéis un ego desmedido y que no tenéis ningún interés en nosotras. Haz un esfuerzo y trata de equilibrar un poquito la conversación.
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Que estéis constantemente mirando el móvil; esta es una costumbre horrorosa unisex. A la otra persona le da la sensación de que preferirías estar en cualquier otro sitio. No se va a acabar el mundo porque estés un par de horas sin mirar a tu móvil, a menos claro que seas Batman, desde el restaurante no puedas ver las señales luminosas en el cielo pidiéndote ayuda y solo puedan pedir que rescates a una damisela en apuros mediante tu móvil… No lo eres, ya te gustaría…
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Vuestro tema de conversación favorito es el fútbol; vale, es posible que cada vez haya más mujeres a las que también les guste y si ese es el caso, genial, ya tienes compi de charla deportiva, pero lo normal es que lo detestemos. Así que guárdate el temita para cuando estés con tus amigos y trata de no aburrirnos con tanto detalle que no nos interesa, y ya si puedes evitar obligarnos a ver un partido contigo, mejor.
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Que quedéis con nosotras y mirando por el rabillo del ojo al televisor o al móvil para ver cómo va el partido; sí, volvemos al tema fútbol, no es casual… ¿empiezas a entender lo mucho que lo odiamos?…si estás con nosotras, céntrate en lo que estás y muestra un poquito de interés.
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Que no os acordéis de cosas importantes que os contamos; de acuerdo, puede que no tengamos el mismo concepto de importante y que a veces os exijamos que tengáis una memoria de elefante. No es necesario que recordéis todos los detalles, con que recordéis un 10% de lo que os decimos será suficiente. Queremos sentir que nos escucháis y que os importamos y cuando vosotros nos contáis algo ¿a que os gusta que nos acordemos?.
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Canceláis una cita en el último momento; para vosotros el cancelar un plan porque os ha surgido algo de última hora o porque por lo que sea al final no os viene bien, no os parece tan traumático como a nosotras. No os dais cuenta de lo mucho que nos esforzamos al preparar una cita; seguramente nos habremos hecho una depilación a conciencia (por si acaso), hemos puesto la casa como una patena (no vaya a ser que el plan derive en “la última en mi casa”), nos habremos hecho manicura y pedicura, un peeling para que la piel esté perfecta, puede que hasta hayamos ido a la peluquería o hayamos dedicado 1 hora a que esas ondas parezcan naturales, muuuuy probablemente nos hayamos comprado un modelito o parte del mismo especialmente para la ocasión…. y un interminable etcétera que implican horas de preparación para lo que para nosotras es un acontecimiento importante, y vosotros vais y nos dejáis plantadas sin pasárseos por la cabeza la de tiempo que hemos dedicado para estar perfectas para vosotros. Sí, se nos va un poquito la cabeza, es cierto, pero así somos y por eso nos adoráis.