Veamos cómo evitar pelarse después de quemarse tras tomar el sol, una de las reacciones de nuestra piel más habitual tras prolongados estados de exposición a los rayos solares, especialmente en verano, cuando inciden con más fuerza sobre nosotros. Y es que la dermis es nuestro escudo protector frente al sol y otros agentes climatológicos; y son precisamente los rayos solares los causantes de los daños más severos sobre nuestra piel, especialmente en época veraniega si vamos de forma recurrente a la playa, la piscina o la montaña. Así, si exponemos demasiado la piel a la radiación solar, se quemará y, posteriormente, se pelará, algo que es especialmente molesto porque pica y es antiestético. Por ello, a continuación te ofrecemos los mejores trucos para evitar que la piel se pele después de quemarse.
Por qué se pela la piel y cómo evitarlo
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Por qué se pela la piel
La piel es nuestro órgano protector del exterior más importante y es por ello que conviene cuidarla especialmente. Así, y ante una exposición prolongada al sol se producen quemaduras solares, aunque otros agente como productos químicos también pueden dañar la dermis. Tras un deterioro de este tipo, la piel reacciona a través de un proceso fisiológico concreto, que no es otro que la descamación. Así, si la piel se pela es porque el cuerpo está deshaciéndose de la piel dañada para sustituirla por otra nueva totalmente renovada, siempre dentro de unos parámetros razonables.
El problema es cuando se produce una descamación acelerada o excesiva ante daños más severos, como una quemadura solar, lo que causa una agresión a las células germinales de la epidermis. También puede producirse descamación por sequedad cutánea o enfermedades como la psoriasis o la ictiosis, entre otras, que también hacen que la piel se desprenda.
Aunque si te has quemado por una exposición excesiva al sol y empiezas a pelarte, a continuación te ofrecemos los mejores trucos y consejos para tratar de evitarlo y prolongar así el bronceado, evitando una descamación excesiva que también pueda resultar poco estética.
Consejos para evitar que se pele la piel
La mejor opción para evitar que la piel se pele es mantenerla bien hidratada y protegida de la radiación solar excesiva. En caso de que sufras descamación por exposición solar, a continuación te ofrecemos los mejores trucos y consejos para cuidar tu piel.
Enfría la zona pelada
Si notas que la piel empieza a pelarse puedes aplicar frío, por ejemplo, con agua fría en la ducha o en la bañera. A la hora de secarte la piel, presta especial atención para no presionar o friccionar demasiado, evitando así que se desprenda en exceso.
Hidrata bien tu piel
Tras aplicar frío con agua y secar la zona afectada, llega el momento de hidratar la dermis de forma correcta. Para ello, aplica lociones o cremas hidratantes ricas en aloe vera, aceite de almendras, aceite de rosa mosqueta o productos con avena, especialmente si son untuosos y aportan nutrientes que ayuden a regenerar la dermis.
Bebe mucha agua
No solo es necesario hidratar bien la piel por fuera, sino que también es importante hidratar nuestro cuerpo de forma general bebiendo mucha agua. Asegúrate de tener siempre a mano una botella con agua fresca e ingiere unos dos litros de agua diarios.
No te rasques la zona afectada
Tras una exposición solar prolongada y durante el proceso de descamación de la piel, es importante no rascarse para provocar mayores daños en la dermis. Si notas mucho escozor, aplica más cremas hidratantes y realiza un suave masaje para tratar de calmar la zona afectada.
No tires de la piel desprendida
Si ves que la piel se empieza a pelar en exceso, evita tirar de las partes desprendidas. Y es que es muy tentador tirar de partes desprendidas de la dermis; pero no lo hagas. Los riesgos son varios, tales como arrancar partes de la piel sanas e incluso provocar posibles infecciones.
Protégete de la exposición solar
Aunque la mejor solución para proteger tu piel de los rayos del sol es utilizar ropa, sombreros y gorras para evitar quemaduras en zonas expuestas. Además, usa protección solar de factor elevado para proteger las zonas expuestas a la radiación, como la cara, el cuello, las orejas, los brazos, las manos o las piernas, entre las zonas más habituales expuestas al sol.
Ahora ya conoces los mejores métodos para cuidar tu piel tras una quemadura por excesiva radiación solar, cómo hidratarte correctamente y prolongar así el bronceado sin la molesta descamación de la dermis. Y recuerda, ¡protégete siempre del sol, especialmente en verano!