Según el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas las personas alérgicas a los gatos u otras mascotas son de las más comunes. Si eres una persona alérgica que también es amante de los gatos es posible que te interesen los gatos con bajo contenido de alérgenos.
¿Qué hace a un gato hipoalergénico?
Los gatos con bajo nivel de alérgenos o hipoalergénicos son aquellos que generalmente producen menos alérgenos que los gatos "normales". La palabra clave aquí es "menos". Ya que los gatos hipoalergénicos y las razas hipoalergénicas no son sinónimos de no alergénicos, y ninguna raza de gatos es completamente no alergénica.
Por ejemplo, una proteína es el alérgeno en la saliva del gato que causa problemas a las personas alérgicas al gato. Una vez que nuestro gato lame algo, la saliva cargada de alérgenos se seca y los alérgenos van por el aire buscando un nuevo hogar cálido en la nariz. Algunas razas de gatos producen menos de esta proteína que otras, haciéndolas hipoalergénicas.
¿Qué gatos son menos propensos a crear alérgenos?
- Los machos producen más secreciones alergénicas que las hembras.
- Los machos intactos producen más que los machos castrados.
- Los gatos oscuros tienden a producir más que los gatos de color claro.
- Los gatitos producen menos alérgenos que los adultos.
¿Qué razas puedo adoptar si soy alérgico?
Hay distintas razas que nos pueden servir a las personas alérgicas, cómo el Balinés, el Oriental de pelo corto y el Javanés. Estos animales son muy parecidos al siamés, así que si te gustan los siameses esta es tú opción.
- El Balinés es el gato que menos proteína Fel D1 produce.
- El Oriental de pelo corto debe ser cepillado con frecuencia para que no genere la caspa que nos dará alergia.
- El Javanés produce menos alérgenos porque tiene menos pelo.
También se puede optar por los Sphynx, los gatos sin pelo o por los Siberianos gatos con mucho pelo pero que un estudio demostró que un 75% de personas alérgicas no reaccionan ante él.
Otra cosa que debemos tener en cuenta es que tendremos que cepillar y bañar a nuestro gato al menos una vez a la semana, al igual que deberemos lavar y limpiar sus juguetes, su cama y todo lo que nuestro felino toque para que los alérgenos no lleguen a producirse.
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