Los utensilios de cocina suelen ser los utensilios que más rápido cogen grasa, se estropean y suelen ser los más costosos de mantener limpios si tenemos una rutina bastante ajetreada. Por ello muchas veces acabamos con sartenes y hornos llenos de grasa que no se quitan ni frotando.
¿Qué puedo hacer para que la sartén quede como nueva?
Muchos piensan que esto es algo muy costoso, pero realmente no, lo único que necesitamos es un poco de tiempo y las herramientas adecuadas para que todo vuelva a estar como antes. Hay varias formas de hacerlo, pero la más comunes son:
- Bicarbonato de sodio y vinagre.
- Sal.
- Vinagre.
¿Cómo limpio sartenes con bicarbonato de sodio y vinagre?
El truco perfecto es el del bicarbonato de sodio y el vinagre, un truco bastante antiguo que probablemente usaron muchas de nuestras abuelas pero que funciona al 100% para quitar ese ennegrecimiento y esa grasa acumulada. Simplemente sigue estos pasos:
- Moja la base de la sartén con agua y aplica con mucho cuidado el bicarbonato por encima, haciendo que cubra bien toda la superficie.
- Haz lo mismo con el vinagre.
- Cuando esté todo bien mezclado deja que repose durante unos 15 minutos.
- Si la sartén está muy sucia déjelo más tiempo.
- Ahora debemos frotar en la base con el estropajo y se irán quitando poco a poco.
Una vez hagas esto verás que tu sartén queda como nueva, ahora solo tendrás que mantener una limpieza habitual.
El truco de la sal y el vinagre
Por último existen dos pequeños ingredientes más que pueden ayudarnos a la hora de mantener limpias nuestras sartenes, estos son la sal y el vinagre.
La sal nos ayudará a quitar la grasa, para ello solo tendremos que cubrir el fondo del utensilio con ella y calentarlo. Luego simplemente tendrás que retirar la sal y frotar con un pañito.
Otro truco efectivo es el de crear una mezcla de vinagre con dos partes de agua y llevarlo a ebullición, con ello los restos adheridos a las paredes de la sartén se desprenderán con mucha facilidad y solo tendrás que frotar.